La noche caía sobre la ciudad cuando un grito desgarrador rompió el silencio en el puente levadizo. Los habitantes, acostumbrados al ruido del mecanismo que levantaba y bajaba el puente, se sobresaltaron al escuchar el grito agudo y desesperado que resonaba en la oscuridad.
A medida que se acercaban al puente, notaron que una figura encapuchada se encontraba al borde, mirando hacia abajo con una expresión de terror en el rostro. Las autoridades fueron alertadas y rápidamente acordonaron la zona, intentando calmar a la multitud que se había congregado en torno al puente levadizo.
Tras largos minutos de negociación, la figura encapuchada finalmente cedió y permitió ser rescatada por los bomberos. Una vez a salvo, reveló que había estado persiguiéndola una sombra oscura que le había obligado a subir al puente levadizo en un intento desesperado por escapar.
El incidente dejó a todos conmocionados y con el corazón acelerado, preguntándose quién era esa sombra que había sembrado el terror en el puente levadizo aquella noche.
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